PERSONAJES:
*Mila, chica joven, novia de Rafa, es bipolar, lo que hace
que la relación no sea muy estable.
*Rafa, novio de Mila, se cree una persona que no es, no
distingue qué es real y qué es lo que no puede llegar a ser real.
*Elena, niña adolescente, hija única de D. Pablo, en el
fondo quiere tanto a su padre que no le importaría suplir el vacío que ha
dejado su madre para verle feliz.
(Se abre el telón y aparecen una pareja y un padre con su
hija esperando en la cola de una montaña rusa, justo les va a tocar montar)
-Mila: ¡por fin nos toca, corre ven que ya montamos!
-Rafa: -corre por toda la cola al principio- ¡Dios, pensé
que nos cerraban el parque!
-Mila: nos ponemos en las de adelante ¿eh?, que son las
mejores.
-Rafa: jajaja, si luego no quieres mirar, pero bueno vale –va
hacia los primeros sitios y vuelve- (en voz baja a Mila) oye, que están
ocupados por un señor y una chica, ¿qué hacemos?
-Mila: ¡pues qué vamos a hacer, decirles que nos dejen,
jajaja! Díselo tú con cara de bueno, que seguro que lo consigues.
-Rafa: perdonen, ¿nos podrían dejar ustedes en estos sitios?
Si no les importa claro…
-D. Pablo: la verdad es que no, señor, he venido con mi hija
y estoy haciendo un reportaje sobre el funcionamiento y calidad de este parque
de atracciones, lo siento de veras.
-Rafa: pero hombre…que es nuestro aniversario, por favor,
nos haría muy felices jeje ya me entiende…
-D. Pablo: mire usted por donde que hace un mes que se fue
mi señora al santo cielo. Pero bueno, ¿se pueden sentar ya, por Dios Bendito! ¿Primero
la cola interminable y ahora esto?
-Elena: vamos, vamos, no te enfades papá, que ya van a
sentarse y empieza,¡¡¡yujú!!!
(Se sienta la pareja justo en los asientos de detrás y la
atracción arranca, va cuesta arriba para después caer)
-Mila: (un poco enfadada y anonadada) bueno, ¿cómo es que no has conseguido los
primeros asientos?
-Rafa: ¡Bueno, menudos el papaíto y la hijita, vamos no va y
me dice que está haciendo un reportaje! ¿Pero qué se habrá creído un periodista
de la NY TIMES o qué? Y encima de todo va y me culpa de la muerte de su mujer
hace un mes, vamos un descarado.
-Mila: pues vaya padre, que aprovecha el día de reportaje
para sacar a su hija y seguro que la lleva acojonada en el asiento de adelante,
pero bueno él verá.
-D. Pablo: (en voz baja a Elena, su hija) ¿estás escuchando
a esos dos? Si lo llego a saber les dejo los asientos sólo porque se callen.
-Elena: hombre…la verdad que a mí sí que me da un poco de
miedo, pero bueno no te preocupes y estate atento para el reportaje, aunque
siempre lo haces genial.
-D. Pablo: ya sabes que necesito triunfar como sea hija, ¿te
da miedo? No lo sabía, pero bueno es cortita, cierra los ojos.
-Mila: mira, ahora se ponen a cuchichear sobre nosotros,
vamos es que estoy segura que hablan de nosotros.
-D. Pablo: ¡madre de Dios, cuánto más va a tardar en subir,
podrían acelerar un poco!
-Rafa: ¿pero no ves que se necesita crear tensión para que
la caída sea más espectacular? (a Mila) ¡menudo periodista!
-D. Pablo: eso ya lo sé, pero tiene dos caídas largas,
podrían acelerar un poco más en las subidas, o por lo menos espero que la
segunda no sea tan lenta.
-Mila: pues la segunda sube aún más que ésta, ya veréis qué
caída.
-Elena: bueno, eso lo tendrá que decir mi padre, que es el
que está trabajando.
-Rafa: si se ve a simple vista, vamos es de cajón, no hace
falta ser catedrático.
-D. Pablo: ya viene la caída, a ver qué tal está ésta. (A Elena,
que estaba muerta de miedo) A ver si se callan los de atrás y me dejan trabajar
en paz.
(La atracción cae, todos gritan, y se separan los vagones en
asientos de cuatro personas cada uno)
-Mila: ¡uffff, eso no lo esperaba nadie, seguro que ni el
periodista!
-Rafa: ¡anda ya! Si fuese periodista de verdad no estaría
aquí, estaría en la televisión, seguro que es un cantamañanas.
-Elena: ¡qué miedo, dame la mano papá!
-D. Pablo: de momento la atracción está bastante bien, pero
es lo que se esperaba todo el mundo y necesito un titular, así que me quejaré
de la masividad de gente- mirando a la pareja de detrás- dejan pasar a
cualquiera…
-Mila: pero, ¿tú has oído eso, cariño? Éste hoy quiere irse
calentito.
-Rafa: bua, no merece la pena ni que le miremos.
-Mila: ay, ya vamos a subir de nuevo, ¿no va un poco lento?
-Elena: la vida es como una montaña rusa, ¿eh papi? ¡estamos
arriba del todo!
-D. Pablo: oye hija, déjame un poco la mano que necesito
escribir una cosa. (Justo en el borde de la caída, parados) Oye… esto se está
parando.
-Rafa: está claro que lo hacen todas las montañas rusas, te
engañan para que no te esperes la caída.
-Mila: sí, pero son segundos, esto no se mueve.
-Rafa: será para que sea más impactante.
-D. Pablo: si los demás vagones han caído enseguida, ¿qué
estás diciendo? ¡Esto se ha parado!
-Mila: si nos hubierais dejado a nosotros delante…algo
habéis tocado seguro.
-Rafa: ¿y si nos balanceamos un poco? Seguro que caemos por
lo menos.
-Mila: ¡oye a tu hija le pasa algo! Está como…desmayada,
dijo que no le gustaban las alturas y encima vas y la pones delante.
-D. Pablo: ¡ha sido ella la que ha querido venir conmigo y
ponerse a mi lado! Yo le dije que mejor se quedase abajo esperándome.
-Rafa: ¿me queréis ayudar a mover esto?
-D. Pablo: ¿pero es que aquí nadie se ha dado cuenta de que
estamos parados? No entiendo cómo no suben a por nosotros ya.
-Mila: ¿no querías tu estúpido titular? Ala, ya lo tienes,
venga apunta que nos hemos quedado colgando y de paso que has hecho que tu hija
se desmayase.
-D. Pablo: ¿le quieres decir a tu estúpido novio que se esté
quieto de una vez? Nos vamos a caer y no precisamente por el carril de bajada.
-Rafa: por lo menos hago algo, intento salvarnos, no como
vosotros que estáis parados como pasmarotes.
-D. Pablo: ni que estuviéramos en el Amazonas, que hay
servicio técnico, espérate a que suban a ayudarnos.
-Mila: ¿quieres espabilar a tu hija? Si no paramos de
movernos va a caerse, la barra de sujeción no la agarra del todo.
-D. Pablo: ¡si la han dejado subir porque conocía al hombre
de las entradas! ¿Sabéis, le hice un
reportaje hace unos tres años y me contó…
-Mila: ¡¡¿¿Qué no da la altura para subir??!! (a Rafa) ¿¿¿¡¡¡Quieres
parar de una vez!!!??? Se va a caer la niña.
-Rafa: oye yo no tengo la culpa de que nos hayamos quedado
aquí tirados, y además intento bajarnos.
-D. Pablo: ¿podéis callaros de una vez? Intento concentrarme
para saber qué decir cuando nos bajen.
-Mila: no sé si es mi imaginación o se está escurriendo para
abajo, ¡cogedla de las piernas!
(Elena desmayada no tiene la sujeción suficiente como para
estar parada en la caída, cae hacia abajo y todos se quedan mudos sin saber qué
decir, no les salían ni los gritos. Pero la gente de abajo empieza a gritar y
se forma todo un revuelo.)
-Mila: ¡por el amor
de Dios, se ha matado!
-D. Pablo: esto no me puede estar pasando a mí, primero mi
esposa y ahora ella…
-Rafa: ¿veis lo que ha pasado, debisteis ayudarme a mover
los vagones y hubiésemos bajado?
-Mila: ¿te quieres callar? Ha sido por tu culpa, si no
hubieras balanceado este maldito chisme…
-Rafa: oye a mí no me culpes, que si nos hubieran dejado a
nosotros delante no les hubiera pasado.
-D. Pablo: ¿no entiendes que tengo que hacer un artículo
sobre este paque…
-Mila: ¡usted es lo peor que he visto en mi vida y sepa que
en cuanto baje de aquí le voy a denunciar y voy a contar todo lo que ha
sucedido!
-D. Pablo: tengo muchos contactos y no vais a conseguir
hacerme culpable de esta muerte, porque ha sido el estúpido de tu novio por
querer hacerse el héroe, el que denunciaré seré yo.
-Rafa: por lo menos no me he quedado mirando y…
(Siguieron discutiendo cinco minutos más hasta que llegó una
grúa y les bajó a todos del vagón, menos a Elena. Un año y cuatro meses después
se volvieron a encontrar a la entrada de los juzgados.)
-Mila: cada uno tiene lo que se merece, y como dijo esa
bendita criatura el día que murió la vida es como una montaña rusa.
-D. Pablo: por eso ahora estás sola y amargada.
-Mila: y tú en la cárcel de por vida.
-Rafa: Mila, aunque ya no tengamos nada, no entiendo por qué
me has defendido y has dicho que no tuve la culpa.
-Mila: porque tú no tienes la culpa de ser tan estúpido. Por
eso ni estamos juntos ni te he inculpado.
Telón.
D. Pablo tuvo su titular y consiguió más portadas vendiendo
la trágica pérdida de su hija y de su esposa. Rafa y Mila lo dejaron al poco
tiempo de lo sucedido, aunque eran los dos igual de irreales a Mila se le
abrieron los ojos con aquel suceso. Hubo un juicio y por fin D. Pablo consiguió
la fama, aunque no como el pretendía.